XXXVIIIº Gran Premio de España de 1996

Michael Schumacher by Muneta & Cerracín

Nuevamente Michael Schumacher de la Scuderia Ferrari con su Ferrari F310 - Ferrari 046 V10 fue el vencedor del XXXVIIIº Gran Premio de España, un lluvioso 2 de junio de 1996 en Montmelo (65 vueltas x 4,73 kms = 307,26 kms), tras partir desde la tercera plaza de la parrilla de salida.
Decimoquinta pole position del piloto británico Damon Hill, 90ª pole de la escudería Rothmans Williams Renault como constructor y 115ª de Renault como motorista, al haber rodado en 1' 20,65'', a un promedio de 211,0 kmh.

Pódium:
Michael Schumacher con su Ferrari (1h 59m 49,31s, a un promedio de 153,86 kmh).
Jean Alesi con su Benetton - Renault (a 45,30s).
Jacques Villeneuve con su Williams - Renault (a 48,39s).

Tras una salida caótica bajo la lluvia, la carrera comenzó con los problemas que dejaron al Tyrrell 024 - Yamaha del finlandés Mika Salo parado en la vuelta de formación, lo que le llevó a cambiar su monoplaza, lo que le costó su descalificación al no estar permitido realizarlo tras partir los restantes monoplazas. Ya en la propia arrancada, diversos incidentes llevaron a los abandonos de David Coulthard (McLaren), Pedro Lamy (Minardi), Ricardo Rosset (Footwork), Giancarlo Fisichella (Minardi), y Olivier Panis (Ligier), mientras que el Ferrari de Eddie Irvine sufría una salida de pista que le dejó fuera de carrera. La mejor arrancada fue la del Williams de Villeneuve, que se situó en primera posición por delante de Alesi (Benetton) y Hill (Williams) y Berger (Benetton).
Fue un comienzo fantástico para los propulsores Renault con sus cuatro monoplazas en las cuatro primeras posiciones, por delante del Ferrari de Schumacher que había caído hasta la sexta posición antes de adelantar al Jordan de Rubens Barrichello. La situación cambió con un error de Damon Hill bajo la lluvia. Pero este fue sólo el primero de los contratiempos de Damon, que en la decima vuelta golpeó el muro interior de la recta de meta tras perder el control de su monoplaza. Mientras Michael Schumacher había superado a Berger, Alesi y Villeneuve, haciéndose con el liderato y escapando de tanto lio como había por detrás.
Michael rodaba unos tres segundos más rápido por vuelta que el resto de pilotos. Mientras el Tyrrell de Ukyo Katayama se quedaba fuera por problemas eléctricos, con Martin Brundle (Jordan) y Johnny Herbert (Sauber) completando una mala jornada para los pilotos británicos, tras sus retiradas con problemas en el diferencial y una salida de pista respectivamente.
Tras los pasos por boxes, Jean Alesi era segundo y Villeneuve cuarto aunque logró superar a Rubens Barrichello que había sacado partido de su estrategia, pero desafortunadamente, como tantos otros, no llegó a pasar bajo la bandera de cuadros, ya que Rubens sufrió también una rotura de diferencial, una vuelta después de que Gerhard Berger sufriera una salida de pista sumándose a la lista de víctimas.
Con tan solo siete pilotos en pista, las posiciones ya estaban definidas pero un error de Jos Verstappen (Footwork) le dejo fuera, quedando sólo seis monoplazas en pista. Por delante, el Ferrari de Michael Schumacher seguía comandando cada vez a mayor distancia. Tal era su superioridad que la segunda mejor vuelta rápida de la carrera, obra de Barrichello (1'47,74''), estuvo a 2,2 segundos del mejor giro de Schumacher 1'45,52'').
A pocas vueltas para el final y con unas condiciones dantescas en la pista, los últimos seis pilotos ya no arriesgaron, sabedores de que tenían los puntos asegurados y cualquier error podía dejarles sin su merecida recompensa. Así, Schumacher cruzó la línea de meta primero y se llevó su primera victoria con la Scuderia Ferrari. Tras Michael, Jean Alesi y Jacques Villeneuve completaron el pódium. El Sauber de Heinz-Harald Frentzen fue cuarto, completando Mika Häkkinen y Pedro Diniz la zona de puntos.
Este resultado hizo que Michael Schumacher empatará con Jacques Villeneuve en la clasificación en 26 puntos, tras Damon Hill con 43, por lo que cabía pensar en una posible rivalidad por el entorchado mundial por parte de la Scuderia, pero finalmente todo fue más un deseo que una realidad para los tiffosi, ya que el Ferrari F310, así como su versión B, nunca estuvo a la altura del Williams FW18 y su propulsor, el Renault V10, que se mostró en todo momento muy superior Ferrari V10.

XXXVIIIº Gran Premio de España