Innes Ireland by Muneta & Cerracín |
Con los dos títulos decididos y tras el trágico accidente de von Trips en Monza, la Scuderia decidió, igual que en la temporada anterior, no cruzar el atlántico. Phil Hill acude pero solamente para hacer acto de presencia en el drivers parade, a fin de recibir los honores como primer piloto estadounidense de la historia en conquistar el título mundial de pilotos, por lo que Lotus, Cooper, Porsche y BRM se disputaron la última prueba de la temporada en el circuito neoyorquino de Watkins Glen.
Jack Brabham, tras una frustrante temporada, obtuvo la pole seguido de Graham Hill. Pero al darse la salida Stirling Moss se hace con la primera posición, con el australiano e Innes Ireland a su rebufo. Los dos primeros llegaron a intercambiar las posiciones hasta la vuelta 45, en la que Jack Brabham se detiene por el sobrecalentamiento de su Cooper T58, y aunque posteriormente volvió a la pista, su motor Climax V8 ya había dicho basta.
Stirling Moss parecía encaminarse a una nueva victoria, pero sólo doce vueltas más tarde, enfilaba también la calle del box, dejando a Innes Ireland al frente con su Lotus 21 – Climax oficial.
Innes fue presionado entonces por Graham Hill, que le acosó durante quince vueltas, hasta que el magneto del BRM P48/57 – Climax se soltó y tuvo que abandonar también.
Ireland ahora era el se encontraba con problemas por la pérdida de presión de combustible y era hostigado por Roy Salvadori con un Cooper T53 – Climax. Todo parecía indicar que Salvadori obtendría su primera victoria en Fórmula 1, pero debía estar escrito que en esta ocasión tenía que ser el día de Innes Ireland, ya que Roy Salvadori se quedaba sin frenos y abandonaba a sólo tres vueltas de la conclusión.
Innes, a duras penas, cruzó la meta victorioso con apenas cinco segundos de ventaja sobre el Porsche 718 de Dan Gurney.
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